10/12/2013 – 15.50 Horas
Globos al viento, canticos, lagrimas y oraciones
CON DOLOR Y ESPERANZA: PUEBLO EVANGÉLICO, FAMILIARES Y AMIGOS DESPIDIERON A MAGDALENA Y SU PEQUEÑO HIJO ALFONSO EN EL CEMENTERIO DE PANGUIPULLI

10/12/2013
Con pañuelos blancos y globos al viento, en medio de cánticos, lagrimas, y oraciones se realizaron las exequias de Magdalena Patricia Gómez Leal y su pequeño hijo Alfonso Elías Molina Gómez. Como es de conocimiento público, ambos fallecieron en un trágico accidente de tránsito en la comuna de Los Lagos el pasado domingo en horas de la madrugada. Ellos viajaban en un furgón, tras haber participado en una Vigilia en una Iglesia de Puerto Montt.

Pastores de diversas congregaciones se hicieron presentes en un culto especial que se realizó en la Iglesia del Señor Jesucristo de Población Lolquellen. A las 12.50 salió un gran cortejo fúnebre que escoltó a la dos carrosas fúnebres que recorrieron las céntricas calles de Panguipulli, hasta llegar al camposanto.

Tras varios himnos y la intervención de pastores que oraron por el viaje a la eternidad de la joven madre y su pequeño hijo, llegó el momento más doloroso: depositar los ataúdes para la sepultación. Los familiares se abrazaron para juntos enfrentar el futuro, mientras recibían el consuelo de una gran cantidad de personas que llegó a acompañarlos.

Pastor Oscar Díaz Díaz, Presidente de la Confraternidad de Iglesias Evangélicas de Panguipulli.

El Pastor Oscar Díaz Díaz, Presidente de la Confraternidad de Iglesias Evangélicas de Panguipulli, agradeció las múltiples muestras de afecto hacia la familia Molina Gómez: Para ellos y la Iglesia del Señor Jesucristo ha sido un difícil transitar tras la abrupta partida de Magdalena y su pequeño hijo Alfonso Elías. En otro punto la autoridad eclesial afirmó que “nosotros reflexionamos, no porque seamos servidores de Dios, nuestra vida no está comprada. Cada día que amanece Dios nos da una nueva posibilidad de reconciliarnos con él, porque la muerte en cualquier momento del día nos puede encontrar y no sabemos dónde vamos a despertar. Por eso cada uno de nosotros al levantarnos debe dar gracias a Dios y lo mismo al irnos a dormir”.

Agrega el Pastor Díaz que “Cristo diariamente espera que confiemos en él, porque la vida no la tenemos asegurada aquí en la tierra. Lo importante es saber donde pasaremos nuestra eternidad y esa decisión se toma en vida. Nuestra hermana Magdalena fue una fiel servidora de Dios, una mujer muy trabajadora en lo que es la Iglesia, y hoy se nota que ha dejado un gran vacío. Confiamos en Dios que él levantará a otra Magdalena, que nos va a bendecir y nos va a honrar con su trabajo”, afirmó.

El Pastor Díaz aseguró que “Magdalena fue una joven extraordinaria, incansable, su familia compuesta por pequeños hijos, nunca fue un obstáculo para el trabajo femenino en su Iglesia, en el trabajo coral. Admirable el trabajo junto a su padre el Pastor don Hugo Gómez, ella se preocupaba y trabajaba la Palabra de Dios con los niños. Ella ha dejado un gran legado, la verdad es que será difícil que en el futuro próximo se levante una persona con la sabiduría que tenía Magdalena. Creemos fuertemente que Dios nos va a bendecir y va a suplir el dolor y la angustia que tenemos en nuestras vidas al perder a una sierva de Dios. Pero Dios es bueno, él es justo”, concluyó.

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