02/11/2020: Colegio dependiente de la Corporación Municipal de Panguipulli Escuela Rural Trafun (Fotografía de Archivo) 02/11/2020 La profesora Cecilia Flores Pulgar es egresada de la Universidad Católica, Sede Villarrica, y sus primeros pasos en la labor docente los dio el año 1990. Lo primero fue hacer reemplazos en Choshuenco y Neltume, luego pasó a formar parte de la planta docente de la Corporación Municipal de Panguipulli para establecerse en Trafun. No fue fácil el inicio, pero al final primó la vocación para enseñar en un lugar bastante alejado de los centros urbanos; se encariñó con sus alumnos. Cecilia Flores Pulgar, Profesora Encargada Escuela Rural Trafun (Fotografía de Archivo) En entrevista de El Diario Panguipulli.cl, consultada por qué decidió ser docente, la profesora Encargada de la Escuela Rural Trafun, Cecilia Flores Pulgar respondió: "Creo que en la Enseñanza Media me orientaron muy bien para tomar una decisión respecto a la continuación de estudios, por lo mismo creo que la educación vocacional en la enseñanza media es muy importante". Además, agregó, "antes de ingresar a la universidad tuve la oportunidad de trabajar con niños y eso también me ayudó a decidir; descubrí que me entendía bien con ellos, que confiaban en mí y yo creía en ellos. Cuando estaba en este trabajo, se me ofreció la oportunidad de estudiar pedagogía y no lo pensé mucho, simplemente, lo tomé. Estudié 4 años en la Pontificia Universidad Católica, Sede Villarrica, donde tuve excelentes profesores y buena orientación para trabajar en zonas rurales. Me titulé en 1989 y comencé a trabajar en 1990". De cómo llegó a Trafun, la profesora Cecilia Flores afirmó que "yo no elegí el lugar donde comenzar a trabajar, dejé mis documentos en el Área Educación de la Corporación Municipal de Panguipulli, creo que tuve suerte porque pronto me llamaron para reemplazos, pasé por algunas escuelas, entre ellas Choshuenco, Neltume, Carirriñe y Trafún. Creo que llegué a Trafún en junio de 1990 en reemplazo de la señora Alicia Aravena, quién tenía una larga licencia médica. Trabajé todo ese año y en diciembre me llamaron a firmar contrato indefinido". "Acostumbrarme en Trafún me costó varios años, no fue nada fácil, hasta renuncié una vez, pero no me aceptaron la renuncia. Fueron años muy, muy difíciles; lo peor era la locomoción. La mejor locomoción eran los camiones cargados con trozos que salían del Fundo Trafún hacia Coñaripe y con suerte llegaban a Panguipulli, y con más suerte iban hacia Osorno y me dejaban en Lanco. Ese fue mi medio de transporte por varios años. El regreso era más difícil aún, muchas veces caminé de Coñaripe a Trafún, 25 kilómetros, 4 o 5 horas más menos. Ahora que recuerdo esto, pienso y le comento a mi hija: no sé como pude", relató la profesora. Después de unos años, añadió, "formé mi familia, había en la escuela un número considerable de niños, lo que me motivaba a seguir aquí. Debo reconocer, que tuve excelentes colegas cuando la escuela era bidocente, por ejemplo: Don Hugo, las tías Eugenia, Vicky, Jimena y Betty, de cada uno ellos/as aprendí muchas cosas. Más adelante tuve varias oportunidades para traslado, pero no acepté y otras veces si lo hice, pero nadie quiere venir acá, esta es una de las escuelas más apartadas de la comuna y tiene muchos inconvenientes, aparte de la ubicación geográfica está la conectividad que es casi nula; el acceso ha mejorado, pero sigue siendo difícil a la llegada de la escuela y los inviernos son muy fríos". Ahora, aseguró, "soy feliz aquí, a pesar de los inconvenientes, porque he aprendido a superar estas barreras y lo lindo que tiene este lugar, es eso, las dificultades". La profesora Cecilia Flores también dejó en claro que "yo decidí hacer todo lo posible y lo imposible para que mis niños sean felices. y si aún estoy en este establecimiento es porque yo elegí quedarme y dar todo lo que pueda por mis niños, no quiero ser la profe que enseña matemáticas o ciencias, quiero ser mucho más que eso, quiero que mis estudiantes continúen estudios y ojalá todos sean, a futuro, profesionales que respetan su etnia, que valoren su lengua, sus costumbres y el entorno natural en el que viven. Y si no logran una profesión que sean buenas personas". Del por qué no elegir una ciudad, la profesional de la educación manifestó que "como dije: yo no elegí dónde trabajar, fue donde me tocó. Si me hubiera tocado en la ciudad, tal vez hubiese sido más fácil, pero el trabajo en el fondo es el mismo, “los niños son niños en todas partes”, quizás hay algunas diferencias, obviamente por las oportunidades, pero los niños tienen las mismas necesidades en cualquier parte, unos más o menos que otros, pero todos necesitan ser comprendidos, necesitan cariño y ser valorados tal cual son. Quizás en la ciudad hubiese sido más fácil, no lo sé, no he tenido la experiencia. Lo que sí sé es que soy muy feliz en el mundo rural, me encantan estos niños y hago lo todo para que sean felices. Además, fui preparada para trabajar en el campo", aseguró. La profesora también dijo que "conmigo trabajan la Educadora Diferencial, Liliana Huiquiruca Borquez; el Profesor de Historia, Francisco Bahamonde Ríos, y; la Educadora Tradicional de Mapuzungun, Ester Cayuñir". Además, confirmó que "se trabaja con la Fundación Papageno a través de Carolina Aliaga, Profesora de Violoncello y Carolina Núñez, Profesora de Violín. En la actualidad, la Escuela Rural Trafun cuenta con una matricula de 7 estudiantes, de primero a sexto año básico. EDUCAR EN TIEMPOS DE PANDEMIA En relación a cómo lo hacen para educar en tiempos de pandemia, la profesora reconoció que "esta no ha sido una tarea fácil, por la escasa conectividad y por la falta de recursos tecnológicos en las familias de los estudiantes, la señal de Internet es muy deficiente, por lo tanto, las clases on line no son una alternativa". Consultada cómo logró solucionar ese problema, respondió que "los estudiantes vienen a la escuela dos o tres veces a la semana, revisamos tareas, se llevan otras, aclaramos dudas, esto por una hora y media a dos horas cada vez. Atiendo a los estudiantes de uno cada vez o dos si son hermanos". También, añadió, "en ocasiones yo voy a su casa y hacemos el mismo trabajo, les llevo tareas, hacemos algunas, me entregan lo que tienen y aclaramos dudas. Como dije, no ha sido nada fácil, pero hemos estado trabajando duro, con algunos estudiantes más que otros". Finalmente, la profesora Cecilia Flores Pulgar agradeció "profundamente a las mamitas que han apoyado a sus hijos, que les ayudan en sus trabajos y los motivan para que no se desanimen. Entiendo que los niños lo que más quieren es volver a las clases presenciales, no solo para estudiar, sino para juntarse con sus compañeros, amigos y volver a jugar juntos", concluyó. |